jueves, 18 de marzo de 2010

► El que te dice te amo en la primera cita

Hay dos clases de hombres que te dicen te amo con facilidad.

Están los Estrategas y los Sinceros.

El Estratega y el Sincero son amigos. Y el Estratega le vive dando concejos al Sincero para que sea más estratega, pero el Sincero no puede, porque es así Sincero.

El Estratega tiene un master en frases que hacen a una mujer suspirar. El Sincero es el que suspira con las frases que dice una mujer.

Los Estrategas vieron que en las películas justo en la parte del te amo aparece la música y saben muy bien que tú creciste mirando esas bobadas. Entonces lo tergiversa. Te dice te amo como si fuera algo cotidiano, como algo a lo que no tiene que darle demasiada importancia. Ejemplo: “¿Me pasás el azúcar? Qué lindos que son tus zapatos; te amo por tus zapatos”. Y entonces tú, pobre víctima inocente de hollywood, te quedás suspirando. Piensas dulcemente en ese casi te amo. Te imaginás un viaje a Brasil y sueñas con la casi música que nunca sonó.

Los Sinceros, en cambio, quieren hacerse los superados, pero se entregan con facilidad. Te dicen te amo con naturalidad, porque en medio de un beso les salió, así, desde adentro. Después se retractan, pero es tarde. Tú ya te diste cuenta que fue verdad e inmediatamente, él, que hasta ese momento te parecía interesante, ya no te gusta tanto. Ejemplo: “Te queda tan lindo esa polera, te amo por tu polera, es linda.”

Y tú, que en el fondo eres una bruja, piensas: “¿Está tan desesperado como para decir te amo en una primera cita?” Y no vas a responder a los llamados del Sincero. Y el pobre Sincero recurrirá desesperado al Estratega para recibir consejos de como tratar mal a una mujer, y así, conquistarla.

No sé por qué las mujeres distinguimos con tanta facilidad a los Sinceros de los Estrategas, pero aún así no nos enamoramos de los Sinceros, por fáciles. Pero sí nos imaginamos una luna de miel romántica donde el Estratega se vuelve Sincero. Y en medio de un rapto de amor, con música de fondo, te dice te amo con la voz quebrada y esta vez de verdad.

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