► Ser exigente es la mejor opción

"De alguna forma, el valor de tu chica dice muchas cosas del valor que posees o que poseías al elegirla. Detrás de esta afirmación se esconde el instinto de simetría, que entre otras cosas afirma que si posees valor, estás obligado a exigirlo".


Cuando empiezas una relación estable, sobre todo con compromiso y continuidad temporal, se espera que nuestra decisión de crear un marco común colme nuestras expectativas de valor reflejado. Cuando una top-model se formaliza con un millonario se establece una simetría mental (aunque heterogénea) de valor. Cuando una pareja de clase media lo hace, también existe una simetría (esta vez homogénea) entre el valor que se ofrece y el que se recibe.

La simetría mental (verdadera o momentánea, homogénea o heterogénea) siempre existe en el momento del "SI". Incluso cuando un músico quiere acostarse con una fan, el encuentro se posibilita gracias a un ajuste entre el valor de él y de ella.

En este proceso de "simetría mental" también tienen cabida los que eligieron mal y se dieron cuenta tarde, ya que en el momento de la elección, su valor era menor que el que tienen ahora con los ojos "mejor" abiertos. O quizás sea el valor de su pareja el que disminuyó.

El valor, en cualquier tipo de formalización o encuentro sexual es simétrico, aunque se hagan asimétricos con el tiempo.

De hecho, todas las rupturas de parejas podrían resumirse en eso, en una asimetría de valor insostenible.

Para mi, la gran característica de un hombre con valor en el mercado de la seducción es que elige mujeres con valor simétrico y homogéneo. Insisto, homogéneo, no heterogéneo como el caso de un viejo ricachón y una playmate únicamente bella. Respetando por supuesto esas divinas noches de silicona y viagra, yo me refiero en este texto a relaciones con un mínimo de implicación romántica.

Me hacen reir todas esas peliculas tipo "Sucedió en Manhanttan", donde una limpiadora conquista al mejor abogado del edificio...

Dicen que para que una pareja funcione tiene que haber una triple conexión: en la mente, en el corazón y entre las piernas. Una chica sin el nivel simbólico-lógico de un abogado de primera línea encontraría grandes problemas para hacerlo feliz en el tiempo. Invirtiendo los sexos la historia sería también la misma.

Si eres un chico con valor social (abierto, guapetón, con liderazgo...), y/o con valor adquirido (universitario, lider laboral, experto en literatura...) y has seducido a una chica, la homogeneidad de vuestro valor interpretativo y simbólico de la realidad dirá muchas cosas de tu percepción sobre lo que te mereces o lo que te corresponde.

Por ello, procura siempre generar un genuino interés en cada conversación que tengas con las chicas. Navega con atención por los detalles que la hacen merecedora de que te intereses de verdad por ella y que son los que la hacen realmente bella. Un buen escote, aunque puede merecer algún comentario pícaro, no justifica que un tipo como tu reduzca su nivel de exigencia conversacional e interpretativa de la realidad que vive. Cuanto más profundices sobre ello y mejor conexión o rapport consigas mediante esa directriz, mayor valor estarás demostrando.