viernes, 14 de agosto de 2009

► Correr el riesgo

Reír, es correr el riesgo de parecer tonto.
Llorar, es arriesgarse a parecer sentimental.
Acercarse a otro ser, es arriesgarse a comprometerse.
Mostrar emoción, es arriesgar que se te conozca.
Someter a la gente tus ideas y sueños, es ponerlos en riesgo.
Amar, es correr el riesgo de no ser correspondido.
Vivir, es arriesgarse a morir.
En toda esperanza, hay el riesgo del desespero.
En todo intento, el riesgo de fracasar.

Pero los riesgos se han de tomar,
porque el mayor peligro en esta vida
es no arriesgar nada.
Porque el que nada arriesga,
nada hace... nada tiene... nada es.

Tal vez pueda ahorrar el sufrimiento y dolor,
pero a fin de cuentas, no puede aprender,
ni sentir, ni cambiar, ni crecer, ni amar, ni vivir.
Encadenado por las certidumbres será un esclavo,
sacrificará el ser libre.
Sólo arriesgando se consagra la libertad.

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