jueves, 11 de junio de 2009

► Erase una vez...


"En un bar, lejos de todos y casi todo, estaban ellos. Ella y él, sentados, lejos de la gente, pero no de los recuerdos que iban y venían; con cada mirada, con cada palabra.
Él hablaba y ella lo escuchaba distraída, jugaba con el vaso, tomaba cerveza.
Silencio.
Apareció un gato negro y ella lo llamó. Intentó tocarlo pero él se apartó.
Él le preguntó algo a ella.
El gato, negro de grandes ojos amarillos, se sentó cerca suyo, pero lo suficientemente lejos como para que no alcanzasen a tocarlo.
Ella, luego de bacilar por unos segundos le respondió. Él se tapó la cara con una mano pero sin dejar de mirarla. Ella se sonrojó y evitó su mirada.
Él la abrazó y ella no se opuso.
Se tomaron la mano.
Él le dio un par de besos en la frente y le dijo algo... algo que puede haber sido "te quiero" porque ella le respondió con un beso en la mejilla.
Y así se quedaron, abrazados y en silencio.
El gato se subió a su mesa.
Apagaron la música, encendieron las luces.
Ellos se levantaron y caminaron a la salida.
Se dieron un beso junto a la puerta y salieron tomados de la mano como si nada hubiese pasado"

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