1. Cuando un hombre busca algo y pregunta referencias a una mujer, ella no puede decir vaguedades como: “Recién lo vi por ahí, debajo de esa cuestión, encima de la cosa blanca que está debajo de la azul, como una cosita con vuelitos… Debe estar ahí o se perdió”, simple!
2. Un espacio comercial es un lugar donde uno va a comprar una sola cosa. Se entra y se sale. Si es corbata, es corbata. El vitrineo es un acto que chupa toda la energía que te queda y te deja latigudo.
3. Cuando un hombre gira su cabeza para ver un par de buenas tetas o un buen trasero, sólo significa un aprecio por la anatomía ajena que gratifica el alma. Nada más que eso.
4. Los hombres no van juntos al baño, porque nos parece desagradable pensar que, luego, uno le dará la mano a algo más en la posterior despedida. Las mujeres son más promiscuas y poco higiénicas.
5. Los diarios y revistas fueron diseñados con una portada y un orden lógico, no se pueden leer de atrás para adelante. No son revistas japonesas.
6. No son adivinos de sentimientos si las cosas que no se dicen claramente. No tienen tonómetros para medir intensidades de voz y carecen de sensibilidad ante preguntas como si nos vemos gordas o feas, arrugadas o tontas. Una interrogante de ese tipo no busca una respuesta honesta, sino una mentira piadosa, y si uno no está concentrado, la verdad supera la ficción.
7. No les importan los efectos del período premenstrual y de la menstruación en el estado de ánimo, sobre todo si son brujas. Es sólo un poco más de lo mismo.
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