¿Qué gracia puede tener una mujer peleadora, curá, que garabatea y habla como flaite, que fuma como carretonera, que juega fútbol, que se pasa el día trabajando, competitiva, egoísta y que, para más remate, te dice que te quiere “culear”? ----por favor!!! Eso no es una mujer, es un hombre con tetas...y para peor un hombre de hace dos décadas, insensible, feo, pasado de moda. A lo mejor por eso hay tanto gay. (...)
Para desgracia de la humanidad, las mujeres –salvo honrosas excepciones– se transformaron en la peor imagen de ellos... los hombres.
2. Como ejemplo gráfico de lo anterior, resulta bastante divertido y penoso cuando, ocupando un lenguaje netamente masculino, las mujeres modernas dicen: “Anoche me tiré a no sé quién...” vaya confusión, vaya compulsión imitativa. Las mujeres, físicamente, no se “tiran” a nadie! no pueden, no hay cómo, es el hombre el que se tira a la mujer. El hombre entra, la mujer recibe. Eso no lo hace mejor, pero qué diablos, es así. Que una mujer diga: “Me tiré a un hombre” es como si un hombre dijera: “Voy a sentarme a mear y vuelvo”. Respetemos un poco más el lenguaje.
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